miércoles, 20 de junio de 2012

La maestra cocinillas X: mug cake (bizcocho al microondas) de Nutella

El microondas es un electrodoméstico bastante infravalorado, hay quien le acuse incluso de provocar cáncer (ahí ni entro ni salgo, aunque nunca he sido partidaria del alarmismo y de asumir que todo lo moderno es malo y cancerígeno) pero si algo es cierto es que tiene bastantes más usos del que le damos normalmente (calentar, recalentar y descongelar) Por ejemplo podemos usarlo para hacer un bizcocho ultrarrápido en esos días en que tenemos antojo de comer dulce pero no hay ganas de liarte a cocinar (o es domingo, te faltan huevos o harina y están los comercios cerrados)



Es un postre divertido y fácil de hacer en menos de 5 minutos, ideal para esas tardes de invierno en que apetece comer algo dulce. Y te libras de lavar cacharros porque lo incluso que ensucias es una taza, una cuchara (y como mucho un bol, si prefieres mezclar los ingredientes en otro recipiente) La única pega es que al estar hecho al microondas, hay que comérselo rápido, ya que después se queda como una piedra.

Hasta ahora había probado muchas recetas, pero ninguna me terminaba de convencer demasiado, hasta que probé esta a base de Nutella:


Ingredientes (para dos personas de apetito normal o para un único zampabollos):

miércoles, 18 de abril de 2012

La maestra cocinillas IX: macarons parisiens


Los macarons parisiens son unos dulces hechos a base de almendra y merengue, normalmente de colores variados:


Recuerdo que una vez, estando en Francia, me regalaron una cajita con seis u ocho macarons de sabores diversos, y aunque estaban buenos tampoco me resultaron un manjar especialmente llamativo. Sin embargo, hace unas semanas me picó el gusanillo de probar a hacerlos, tras una conversación con una amiga. Además, como buena Tauro me gustan las cosas bonitas, y si algo llama la atención de estos dulces es su colorido.

Estuve varios días mirando recetas y vídeos para empaparme bien con el proceso y con los pasos básicos y reconozco que me acojoné un poco porque había una lista interminable de datos, técnicas y conceptos importantes que había que seguir al pie de la letra o si no fracasarías rotundamente en la elaboración de estas miniaturas. Casi parecía más fácil preparar una bomba nuclear casera.  Resumiendo: lo pintaban como una receta extremadamente difícil y con muchos trucos y secretos.

Al final me dije: de perdidos al río, si me sale mal siempre me puedo comer el merengue a cucharadas, y me lancé de cabeza. Para ir abreviando estos son los pasos que me salté a la torera (unos por vagancia y otros por falta de medios):

miércoles, 21 de marzo de 2012

La maestra cocinillas VIII: magdalenas con chips de chocolate (con imágenes)


El otro día me entró un antojo irrefrenable de magdalenas con chips de chocolate y hasta que no llegué a casa y me las hice yo misma no descansé.  Además me he mudado a otro piso con un horno eléctrico como Dios manda y me moría de ganas de probarlo (les he cogido mucha manía a los hornos de gas, son lo peor para hornear)

Hay quien prefiere comprarlas ya hechas en el supermercado, pero yo he llegado a un punto en mi vida en que cada vez pruebo menos la bollería industrial, y eso que hace unos años me chiflaba y devoraba todo lo que me pusieran por delante. Creo que también debo dar las gracias por ello a mi madre, que durante una época le dio por comprarnos Donuts todas las semanas y al final les terminé cogiendo asco. No sólo encuentro la bollería industrial cada vez más empalagosa y con un gusto más artificial y desagradable, sino que con cada bocado que le doy a un Donut,/magdalena/croissant/etc, siento mis arterias estrechándose un poco más. Talvez (muy seguramente) exagere con esta última afirmación, pero sí que es cierto que la bollería industrial es una bomba de relojería para nuestra salud: está cargada de azúcares, grasas saturadas, conservantes, aromatizantes artificiales y demás químicos y tienen un número excesivo de calorías. Además, siempre les faltará ese gusto y ese toque personal de los bollos hechos en casa, a tu manera y con ingredientes escogidos por tí misma: harina, azúcar, huevos frescos, aceite de oliva, etc. Si a ello le sumamos que a una le gusta mucho experimentar en la cocina, tenemos más de una razón de peso para prepararnos nuestros bollitos caseros y desayunar todos los días de una manera un poco más sana (lo cual tampoco quiere decir que te puedas hinchar a magdalenas caseras todos los días sin que te pase nada, es algo evidente pero lo dejo claro porque hay gente pa tó...)

La base de esta receta es la típica del bizcocho de yogur que me proporcionó una compañera de trabajo, y que yo he rebautizado como bizcocho 1-2-3 porque las proporciones son muy fáciles de recordar: 1 vaso de aceite, 2 de azúcar y 3 de harina. Usando un poco la lógica (siempre tiene que haber más harina que azúcar y más azúcar que aceite) es muy fácil memorizar esta regla. Donde digo "vaso" me refiero al envase del yogur, con lo cual más sencillo imposible, ni siquiera necesitas balanza o vaso medidor.

Si algo me gusta de esta receta para hacer magdalenas es que al ser más densa que la masa típica de los cupcakes sube más sin desbordarse, y suele hacer cúpulas o jorobas muy monos (odio las magdalenas planas, no tienen ni pajolera gracia ni resultan tan prácticas para mojarlas en el café o el chocolate)

Como chips usé las gotas de chocolate de marca Hacendado. No sé si por el tamaño de éstas, porque la densidad de la masa no era la suficiente o sencillamente porque la ley de la gravedad es así de puñetera, pero al final se me fueron casi todas las gotas al fondo de las magdalenas, incluso las que eché por encima a modo de decoración. Si alguien conoce de algún truco o técnica que evite que pase esto, le seré muy grata. Ah, y que no sea el de rebozar antes las gotas con harina, ya lo he probado y tampoco funciona.

Ingredientes (para unas 20 magdalenas):