miércoles, 20 de junio de 2012

La maestra cocinillas X: mug cake (bizcocho al microondas) de Nutella

El microondas es un electrodoméstico bastante infravalorado, hay quien le acuse incluso de provocar cáncer (ahí ni entro ni salgo, aunque nunca he sido partidaria del alarmismo y de asumir que todo lo moderno es malo y cancerígeno) pero si algo es cierto es que tiene bastantes más usos del que le damos normalmente (calentar, recalentar y descongelar) Por ejemplo podemos usarlo para hacer un bizcocho ultrarrápido en esos días en que tenemos antojo de comer dulce pero no hay ganas de liarte a cocinar (o es domingo, te faltan huevos o harina y están los comercios cerrados)



Es un postre divertido y fácil de hacer en menos de 5 minutos, ideal para esas tardes de invierno en que apetece comer algo dulce. Y te libras de lavar cacharros porque lo incluso que ensucias es una taza, una cuchara (y como mucho un bol, si prefieres mezclar los ingredientes en otro recipiente) La única pega es que al estar hecho al microondas, hay que comérselo rápido, ya que después se queda como una piedra.

Hasta ahora había probado muchas recetas, pero ninguna me terminaba de convencer demasiado, hasta que probé esta a base de Nutella:


Ingredientes (para dos personas de apetito normal o para un único zampabollos):

miércoles, 18 de abril de 2012

La maestra cocinillas IX: macarons parisiens


Los macarons parisiens son unos dulces hechos a base de almendra y merengue, normalmente de colores variados:


Recuerdo que una vez, estando en Francia, me regalaron una cajita con seis u ocho macarons de sabores diversos, y aunque estaban buenos tampoco me resultaron un manjar especialmente llamativo. Sin embargo, hace unas semanas me picó el gusanillo de probar a hacerlos, tras una conversación con una amiga. Además, como buena Tauro me gustan las cosas bonitas, y si algo llama la atención de estos dulces es su colorido.

Estuve varios días mirando recetas y vídeos para empaparme bien con el proceso y con los pasos básicos y reconozco que me acojoné un poco porque había una lista interminable de datos, técnicas y conceptos importantes que había que seguir al pie de la letra o si no fracasarías rotundamente en la elaboración de estas miniaturas. Casi parecía más fácil preparar una bomba nuclear casera.  Resumiendo: lo pintaban como una receta extremadamente difícil y con muchos trucos y secretos.

Al final me dije: de perdidos al río, si me sale mal siempre me puedo comer el merengue a cucharadas, y me lancé de cabeza. Para ir abreviando estos son los pasos que me salté a la torera (unos por vagancia y otros por falta de medios):

miércoles, 21 de marzo de 2012

La maestra cocinillas VIII: magdalenas con chips de chocolate (con imágenes)


El otro día me entró un antojo irrefrenable de magdalenas con chips de chocolate y hasta que no llegué a casa y me las hice yo misma no descansé.  Además me he mudado a otro piso con un horno eléctrico como Dios manda y me moría de ganas de probarlo (les he cogido mucha manía a los hornos de gas, son lo peor para hornear)

Hay quien prefiere comprarlas ya hechas en el supermercado, pero yo he llegado a un punto en mi vida en que cada vez pruebo menos la bollería industrial, y eso que hace unos años me chiflaba y devoraba todo lo que me pusieran por delante. Creo que también debo dar las gracias por ello a mi madre, que durante una época le dio por comprarnos Donuts todas las semanas y al final les terminé cogiendo asco. No sólo encuentro la bollería industrial cada vez más empalagosa y con un gusto más artificial y desagradable, sino que con cada bocado que le doy a un Donut,/magdalena/croissant/etc, siento mis arterias estrechándose un poco más. Talvez (muy seguramente) exagere con esta última afirmación, pero sí que es cierto que la bollería industrial es una bomba de relojería para nuestra salud: está cargada de azúcares, grasas saturadas, conservantes, aromatizantes artificiales y demás químicos y tienen un número excesivo de calorías. Además, siempre les faltará ese gusto y ese toque personal de los bollos hechos en casa, a tu manera y con ingredientes escogidos por tí misma: harina, azúcar, huevos frescos, aceite de oliva, etc. Si a ello le sumamos que a una le gusta mucho experimentar en la cocina, tenemos más de una razón de peso para prepararnos nuestros bollitos caseros y desayunar todos los días de una manera un poco más sana (lo cual tampoco quiere decir que te puedas hinchar a magdalenas caseras todos los días sin que te pase nada, es algo evidente pero lo dejo claro porque hay gente pa tó...)

La base de esta receta es la típica del bizcocho de yogur que me proporcionó una compañera de trabajo, y que yo he rebautizado como bizcocho 1-2-3 porque las proporciones son muy fáciles de recordar: 1 vaso de aceite, 2 de azúcar y 3 de harina. Usando un poco la lógica (siempre tiene que haber más harina que azúcar y más azúcar que aceite) es muy fácil memorizar esta regla. Donde digo "vaso" me refiero al envase del yogur, con lo cual más sencillo imposible, ni siquiera necesitas balanza o vaso medidor.

Si algo me gusta de esta receta para hacer magdalenas es que al ser más densa que la masa típica de los cupcakes sube más sin desbordarse, y suele hacer cúpulas o jorobas muy monos (odio las magdalenas planas, no tienen ni pajolera gracia ni resultan tan prácticas para mojarlas en el café o el chocolate)

Como chips usé las gotas de chocolate de marca Hacendado. No sé si por el tamaño de éstas, porque la densidad de la masa no era la suficiente o sencillamente porque la ley de la gravedad es así de puñetera, pero al final se me fueron casi todas las gotas al fondo de las magdalenas, incluso las que eché por encima a modo de decoración. Si alguien conoce de algún truco o técnica que evite que pase esto, le seré muy grata. Ah, y que no sea el de rebozar antes las gotas con harina, ya lo he probado y tampoco funciona.

Ingredientes (para unas 20 magdalenas):

miércoles, 9 de noviembre de 2011

La maestra cocinillas VII: quiche de puerros y bacon


Yo prefiero llamarla: "quiche poireaux-lardons", que aunque sea lo mismo pero en francés, suena más "fisno"...Esta es una de las recetas más fáciles que conozco, la aprendí a hacer cuando tenía unos 12-13 años y ni siquiera se me han olvidado as cantidades, ya que la proporción nata-huevos es muy fácil de recordar. Y en cuanto al relleno, es también una receta súper versátil, la puedes rellenar de lo que se te ocurra: espinacas y queso de cabra, jamón y queso, atún y pimientos, espárragos y salmón, calabacines y jamón York, etc.
Es ideal para cuando tienes que preparar algo un poco especial y no tienes mucho tiempo ni ingredientes.

Normalmente la masa que se usa en esta receta es la masa quebrada, yo he usado hojaldre alguna vez que otra y no queda mal, pero sale algo aceitosa para mi gusto.

Ingredientes (para una quiche grande, da para unas 6-8 raciones, según el apetito del comensal):

  • Una base de masa quebrada (ver receta)
  • 2 huevos
  • 2 puerros
  • 250 ml de nata (o un paquetito pequeño)
  • Un paquetito de tiras de bacon
  • Queso rallado
  • Sal y pimienta
Instrucciones
Forrar el fondo del molde  (a ser posible, desmontable) con la masa, teniendo cuidado de dejar unos bordes bastante altos, no vaya a ser que se nos salga luego el relleno (además con la cocción se suele hinchar). Cortar la parte verde y la raíz de los puerros, dejando sólo la parte blanca, lavarlos bien y cortarlos en rodajas no muy gruesas. Rehogar en una sartén con margarina o mantequilla a fuego bajo, hasta que estén tiernos (unos 20 minutos, según lo gruesos que los hayas cortado) Remover frecuentemente para que no se corten. Mientras freír las tiras de bacon con un poquillo de aceite. Escurrir el exceso de grasa del bacon y los puerros y disponerlos uniformemente sobre la base de masa. Batir la nata con los huevos, sal, pimienta (o nuez moscada) y el queso rallado. Verter sobre la base de masa. Meter al horno a unos 180º-200º durante un mínimo de 20 minutos. Cuando pinches la parte del relleno con un cuchillo y este salga limpio, la quiche ya estará cocida. Y si la quieres un poco tostada por encima le puedes dar un golpe de grill.

Dejar enfriar un poco antes de desmoldarla y bon appétit!

La maestra cocinillas VI: masa quebrada express y sin ensuciarse

Pâte Brisée

La masa quebrada (o pasta brisa) es una pasta de textura suave y crujiente, aunque bastante más consistente que por ejemplo el hojaldre. Se utiliza básicamente como base para tartas dulces y saladas.

No es tan difícil de hacer, pero hasta hace poco era de las que compran la masa ya hecha porque me daba mucha pereza hacerla en casa, máxime ahora que trabajo a tiempo completo y no tengo mucho tiempo libre... Sin embargo hace unos días descubrí en el blog de Sucrissime (de lectura recomendada) la receta de la masa "boum-boum", que no es más que una masa quebrada hecha en un tiempo récord, y me picó la curiosidad. Además, siempre mejor hacértelo tú misma en casa que comprarlo ya hecho, ¿no?

Ayer, haciendo la quiche, decidí probarla y aluciné: funciona y sale genial. Lo mejor de todo es que lo único que ensuciarás será un tupper y un tenedor, ni siquiera tendrás que meter los dedos en la masa (algo que a mí me da una mezcla de grima y pereza), es la caña. Ahí va la receta básica para una tarta mediana-grande:

Ingredientes
  • 250 gr de harina
  • 100 ml de agua
  • 100 de aceite o mantequilla/margarina derretida. Si vas a hacerla dulce no uses aceite de oliva, el sabor es muy fuerte.
  • Sal o azúcar al gusto según vaya a ser una masa salada o dulce (o incluso una pizca de canela en este último caso).
  • 1 huevo batido (opcional)
Instrucciones (ahora viene lo bueno): Echar todos los ingredientes en un tupper bastante grande (que quepan los ingredientes con holgura) Cerrar la tapa, asegurándose de que queda bien hermético (a no ser que quieras poner la cocina perdida) y agitar, agitar como una loca hasta que notes que la masa se ha hecho una bola y sientas como hace "bum-bum" dentro del tupper (de ahí el nombre de masa "boum-boum") Esto no debe llevar más de tres minutos, si te cansas a medio camino puedes pedir a alguien que te releve mientras te vas a la farmacia a por unas vitaminas, que buena falta te hacen.

Abres la tapa del tupper, normalmente habrá algunos restillos pegados, pero no pasa nada, los rebañas con el tenedor, los integras a la masa y la trabajas un poco más. Antes de usarla, la hacer una bola, la envuelves en papel film y la dejas en el frigorífico un mínimo de 30 minutos (si es una hora, mejor que mejor) para que coja consistencia antes de ir a meterle caña con el rodillo.

Y ya está, ¡a partir de ahora no tendréis excusa para comprar la masa ya hecha!!!!

sábado, 29 de octubre de 2011

La maestra cocinillas V: Pollo al estilo oriental

Muy buenas, después de tanto postre hoy vengo con una recetita salada (y un poco más nutritiva) que acabo de probar y que ha salido muy buena, además es súper fácil de hacer:


Esta receta recuerda mucho al pollo que ponen en los restaurantes chinos, y eso que nunca he sido asidua de este tipo de lugares, sin embargo debo reconocer que hay platos que están buenísimos, sobre todo por ese punto agridulce que les da la salsa de soja, ingrediente indispensable en esta receta:

Ingredientes para 4 personas:

  • 6 pechugas de pollo bien hermosas
  • 1 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • Una cucharadita de azúcar
  • Medio vaso de salsa de soja
  • Harina
Instrucciones:
Cortar el pollo en tiras (yo usé solomillitos de pollo como los que venden en Mercadona, basta con cortarlos por la mitad porque ya son bastante finos)  NO ECHAR SAL, ya que la salsa de soja es bastante salada de por sí. Pasarlos por harina y freír.a fuego medio hasta que estén ligeramente doraditos por fuera. 
Por otro lado picar bien la cebolla y el ajo (a mí me gusta bien menudito, para que se note el sabor pero no la textura) y sofreír con un poco de aceite en una sartén honda. Echar la cucharadita de azúcar, remover bien y dejar sofreír hasta que esté tierno. A continuación echar el medio vaso de salsa soja mezclado con otro medio vaso de agua. Cuando esté caliente echar el pollo que hemos freído antes y dejar cocinar un ratito, hasta que la salsa se haya reducido a nuestro gusto. Probar antes de retirar del fuego por si necesitara sal, a no ser que hayas echado muy poca soja o demasiada agua es muy probable que no le haga falta.
Servir acompañado de un buen arroz 3D (tres delicias), de compra o casero, eso ya queda a vuestra elección. 
Es lo que comí ayer al mediodía y doy fe de que está buenísimo.

miércoles, 5 de octubre de 2011

La maestra cocinillas IV: Brownie de chocolate y queso crema

O lo que viene a ser lo mismo en lenguaje más "intennasional": Cream Cheese Marbled Brownie. Hoy vengo a traeros la receta de esta belleza:


Es un postre facilísimo y rápido de preparar que no deja a nadie indiferente, además de ser muy vistoso. Y por supuesto está buenísimo, el sabor dulce e intenso del chocolate combina a la perfección con la ligera acidez del queso, digamos que es como comerte una tarta de queso y una de chocolate a la vez, sueño de cualquier goloso que se precie. A mí me gusta mucho más esta variante que la original sólo con chocolate, ya que al llevar queso queda más ligera y menos empalagosa.

Ingredientes:

  • 100 gr de mantequilla*
  • 115 gr de chocolate para postres (yo usé media barra del de marca Hacendado)
  • 200gr de azúcar.
  • 2 huevos grandes
  • 65 gr de harina
  • 250gr de queso Philadelphia o similar. Sacarlo de la nevera con antelación para que esté más blando y no salgan grumos.
  • 65gr de azúcar
  • 1 huevo grande
  • Esencia de vainilla

Instrucciones:

Precalentar el horno a 160º-180º

Derretir la mantequilla y el chocolate partido en pedazos a fuego muy suave, no dejar que el chocolate se queme. Batir bien la mezcla. Añadir el azúcar y luego los huevos batidos uno a uno, sin dejar de batir. Echar la harina y mezclar bien. Echar casi toda la masa en un molde cuadrado o rectangular, no demasiado alto ni demasiado bajo, reservando un par de cucharadas de la masa para después. ¡Calcular que quede espacio suficiente para la mezcla de queso!

Por otro lado batir el queso con el huevo, el azúcar y la vainilla hasta que quede una mezcla homogénea. Echar la mezcla de queso en el molde, encima de la de chocolate. Coger el resto de la mezcla de chocolate que habíamos guardado e ir echando cucharadas sobre la mezcla de queso. Con la punta de un cuchillo o un palillo hacer dibujos sobre la superficie del brownie, entremezclando la mezcla de queso y la de chocolate para que quede un efecto marmoleado.

Hornear durante unos 40-45 minutos. El brownie tiene que estar con los bordes un poco más duros y levantados que el centro, y al pincharle un palillo éste debe de salir aún manchado de mezcla. Es muy importante no pasarse con el tiempo de cocción e ir controlándolo regularmene, si no quedará demasiado seco y ya no tendremos un brownie sino una especie de bizcocho seco (el brownie tiene que quedar ligeramente húmedo y pastoso)

Dejar enfriar, desmoldar y cortar en cuadraditos. Por precaución es preferible conservarlo en el frigo, sin embargo es mucho mejor comerlo a temperatura ambiente, ya que gana bastante en sabor y textura.Y por último una sugerencia: no lo cortes en trozos muy grandes, ya que este postre es muy denso y llena muchísimo.


*Insisto, ¡mantequilla de vaca, no margarina!

viernes, 25 de febrero de 2011

La maestra cocinillas III: bizcocho de atún y aceitunas


Buenas, hamij@s, vengo hoy a mostraros esta receta por demanda popular en mi Facebook, ya que ayer publiqué la foto y todo el mundo quería saber cómo se hacía este bizcocho, que está muy rico y es bastante original, ya que casi todos estamos acostumbrados a los típicos bizcochos dulces. Así que sin más dilación allá va:

Ingredientes:
  • 3 huevos
  • 100ml de leche
  • 100ml de aceite de oliva
  • 200gr de harina tamizada
  • 1 sobre de levadura Royal (aunque yo usé 1/2 sobre porque uno entero me parecía excesivo, ya que según las instrucciones era el equivalente a 500gr de harina)
  • 100gr de atún escurrido y desmenuzado
  • 200gr de aceitunas (sin hueso y a ser posible sin relleno)
  • sal y pimienta
  • mantequilla y harina para enharinar el molde

Preparación:

Precalentar el horno a 200º. Batir los huevos (yo lo hice manualmente, pero se puede usar una batidora) Añadir la leche, y el aceite, batir y salpimentar.Añadir la harina poco a poco, después la levadura y mezclar muy bien. Añadir el atún y las aceitunas (yo las corté en dos previamente, y reservé tres para decorar). Untar el molde con mantequeilla y enhatrinar, aunque yo para ahorrarme este paso lo que hice fue forrar un molde alargado tipo cake con papel vegetal, así luego es más fácil desmoldar y limpiar. Dejar reposar la masa durante 1 hora (admito que me salté este paso a la torera, igual si lo hubiera hecho habría subido más la masa. A tener en cuenta) Colocar las aceitunas por encima para decorar, y hornear durante 40 minutos. Al cabo de este timpo pinchar con un palillo para comprobar si está hecho, si no dejarlos unos minutos más.
Servir templado o frío.

La verdad es que esta receta es muy fácil de hacer y viene bien para preparar un aperitivo diferente, o para picar entre horas si tienes antojo de algo salado. También se pueden variar los ingredientes: jamón en tacos, chorizo, queso y tomillo, bacon y atún, salmón y hierbas, gambas, etc., las variaciones son innumerables.

¡Buen provecho!

jueves, 11 de noviembre de 2010

La maestra cocinillas II: Cupcakes de vainilla


Sí, cupcakes, alguien me preguntó que por qué no los llamaba "magdalenas", que al fin y al cabo es lo que son, pero es que los míos estudiaron en Harvard...Además, las magdalenas son las primas feas de los cupcakes, no tienen gracia ninguna.

Hola muchachada, vengo a compartir con vosotros esta receta que he probado y que, modestia aparte, me ha salido de puta madre. Tienen un sabor muy delicado gracias a la mantequilla, y la textura es tierna y esponjosa. Me han salido tan bonitas que no paro de tirarles piropos, por no echármelos a mí misma (aunque la primera vez que intenté hacerlas fracasé, luego explico por qué)

Ingredientes:
 

Masa
  • 2 huevos
  • 175 gr de azúcar
  • 100 gr de mantequilla
  • 200 gr de harina
  • 1 cucharada de levadura
  • 150 ml de leche
  • Esencia de vainilla (líquido o polvo)
  • Aceite de girasol para pintar los moldes

Glaseado (buttercream frosting)
  • 80 gr de mantequilla (mantequilla de vaca, no margarina, o quedará con un sabor horrible)
  • Azúcar en polvo
  • Esencia de vainilla
  • Leche
  • Fideos de colores para adornar.

Preparación:

Batir los huevos con el azúcar hasta que quede una crema homogénea y ligeramente espumosa. Añadir la mantequilla previamente derretida y mezclar. Tamizar la harina y la levadura (yo usé un colador) y añadir a la mezcla, batir (se quedará la masa algo dura) Añadir la leche y la esencia de vainilla  (una cucharadita de postre si es líquida, pero si es vainillina azucarada puedes echar más) y mezclar.

Con un poco de aceite de girasol pintar los moldes de papel con un poco de aceite (por dentro, obviamente, no em seáis burr@s) ¡Sólo un poquito, no es necesario que los dejéis transparentes! Colocar los moldes de papel dentro de un molde para magdalenas o unas flaneritas (sino los cupcakes saldrán deformados) y verter la masa dentro con ayuda de un cucharón. Llenar hasta 2/3 del molde, que sino se desborda. A mí me salieron unos 15 cupcakes.

Llevar al horno (precalentado) y hornear durante 25-30 minutos a 180º, hasta que estén doraditos (pincharlos con un palillo, si sale limpio es que están hechos) Ni se os ocurra hacerlos en un minihornillo como yo la primera vez, u os saldrán estos churros:


Y si no tenéis más remedio, tratad de hacerlos a temperatura más baja (unos 150º) pero no prometo nada...
Mira, mira qué hermosos quedaron esta vez:


Dejar enfriar (si es que os aguantáis las ganas de coméroslos ya)

Ahora vamos a por el glaseado o frosting:

Dejar calentar la mantequilla a temperatura ambiente o templarla unos segunditos en el microondas. Batir con una cuchara o tenedor para que se ablande. Añadir la esencia de vainilla (al gusto) , echar un poco de azúcar en polvo y una cucharada de leche. Seguir batiendo (con mucho cuidado porque levante polvillo) e ir añadiendo azúcar en polvo hasta que se quede con una consistencia pastosa (tiene que hacer picos cuado metas y saques una cuchara) Por eso no he especificado la cantidad de azúcar necesaria, eso depende (yo lo hago a ojo)  También se puede teñir con unas gotas de colorante del color que prefieras, para hacer cupcakes de colorines.

Cubrir los cupcakes con el glaseado, usando una manga pastelera (queda más cuco) o con una cuchara, usando un poco de maña para que quede bonito. El buttercream vuelve los cupcakes más jugosos, pero cuanto más gruesa sea la capa, más empalagosos quedan. Todo dependerá del gusto de uno...También se puede hacer un glaseado más simple y ligero mezclando azúcar en polvo solamente con agua hasta que quede pastosillo (lo suficiente para que no gotee) Y también se puede sustituir el agua por zumo de limón o naranja, para darle otro sabor.

Espolvorear con unos fideos de colores y voilá:


También puedes añadir cacao en polvo al buttercream para hacer un glaseado de chocolate, pero a mí personalmente no me hace gracia, me parece demasiado empalagoso:


Lo ideal es dejarlos "secar" unas horas para que la capa de frosting se endurezca por encima, y si hace calor mejor tenerlos en el frigo para evitar que se derrita y se estropee.

Y ahí queda eso, salen riquísimos, ideales para gente muy golosa. También están deliciosos al natural, así que si no te va el glaseado te los puedes comer así, para desayunar o con un café. Tienen un gusto a mantequilla y vainilla muy agradable.

¡Atreveos, es más fácil de lo que parece!

sábado, 20 de febrero de 2010

"Guarreridas" culinarias

 
Imagen robada prestada de dolordemuelas.blogspot.com

Hoy mientras estaba lavando los platos me quedé mirando a un plátano que me sonreía aguardaba su cruel destino en el frutero y se me pasó por la cabeza que sería una buena idea comérmelo en bocata hecho rodajitas. No sería la primera vez que cometo semejante disparate. Aunque soy la tía más tiquismiquis del mundo en lo que a comida se refiere, debo reconocer que a veces he llegado a comer auténticas marranadas. No hasta el punto de los bocatas de chorizo con Nocilla (Burger King nos guarde) pero sí que fui en cambio una de esas niñas que en las fiestas de cumpleaños mojaba patatas fritas en la Coca Cola. Menos mal que a esas edades tenemos el sentido del gusto atrofiado, pero aún con la edad seguí degustando cosas raras, raritas y otras directamente asquerosas:

  • Bocata de queso con miel o azúcar. Si es queso de bola holandés, más rico aún, aunque el García Baquero tampoco se queda lejos.
  • Pan con plátano. Y lo sigo disfrutando, ñam ñam.
  • Gusanitos y patatas fritas mojados en refresco. Marranadas de la época del parvulario. Y luego nuestras madres se preguntaban por qué llegábamos a casa vomitando...
  • Yogures con tropezones de pan. Riquísimo aunque no lo parezca. Imagínate que es una sopa o una vichyssoise y pa' dentro, verás qué nutritivo.
  • Galletas María con salchichón o atún. Bocatto di cardinale
  • Bocata de ketchup. Mi merienda favorita cuando venía de bañarme en el río. Es que soy de pueblo, pueblo.
  • Sandwich de yogur. Un error de infancia que todavía sigo lamentando y que me persigue en mis peores pesadillas. La culpa la tiene Leticia Sabater. De eso y de la crisis.
  • Natillas con pimienta negra. Confundí el frasco de pimienta con el de canela. Lo más curioso es que sólo me di cuenta cuando ya me había comido la mitad.
  • La cáscara de una castaña que confundí con un trozo de chocolate porque no llevaba las gafas puestas. ¿Hace falta que explique más?
  • Pan con queso y pipas de girasol (peladas, of course). Rico, rico, que diría el cocinero pajero Arguiñano
  • Yogur con cereales. Que sí, que ya lo sé, que no es una mezcla tan rara. Pero creo que la persona a la que se le ocurrió que pegaban bien se merece que le metan una somanta de guantazos, porque hay que ver qué mejunje tan rarito sale de ahí. Las texturas no pegan ni con cola, y el sabor...pfff
  • Yeso. Sí, de pequeña me comía la pared de mi cuarto a bocados. Ese sabor tan acidillo del yeso me llamaba. También probé la tierra y las tizas. Era una época chunga de mi vida, andaba medio rebelde...
  • Melón con jamón. No lo he probado, ni lo pienso hacer, me niego a poner eso en mi boca. Y me da igual si lo ponen en todas las bodas (junto con los dátiles con bacon alrededor, otra marranada) PA-SO.
  • Bocata de queso y patatas fritas de bolsa/Doritos Esto lo hacen en los States, aunque también sabemos que por esos lares comen muchas guarrerías, pero está bueno, doy fe de ello.
  • Sandwich con jamón  york y mayonesa. Aprobado. Para mí usar la mayonesa con otra cosa que no sean mariscos, ensaladillas, hamburguesas o patatas fritas siempre será una guarrería. Deliciosa, eso sí.
  • Pan con mantequilla y Cola Cao. Más conocido como la Nocilla de los pobres. Lo solía hacer de pequeña. A falta de Nocilla/Nutella en casa, buena es la  imaginación de una cría hambrienta y con ínfulas de científico loco.
  • Pan con mantequilla y queso rallado. Preferible a ese alimento de Satanás intragable llamado Tranchettes. El mejunje resultaba exquisito al paladar si le dabas antes un golpecito de horno.
  • Bocata de San Jacobo o palitos de merluza y mayonesa. La adaptación poligonera del bocata de calamares, ese manjar de los dioses típico de tascas infectas y bares de carretera que te pillan camino de Torrevieja o la Manga en las vacaciones de verano. La Negra likes very much.
  • Batido de yogur natural y zumo de naranja. La versión pobre y casera del Actimel de naranja. Pasable pero refrescante.
  • Pan con agua. Sólo para esas ocasiones especiales en que ningún manjar te parece lo suficientemente refinado.
  • Roscón de Reyes con mantequilla o aceite de oliva. Eso sí, sin relleno, sin la mierda de frutas escarchadas que le ponen por encima y hecho tostadas. Delicioso.
  • Tostadas con vinagre. Un día confundí el vinagre con el aceite y como no quedaba más pan me tuve que joder y comerme la puta tostada. Asqueroso, oiga, pero cosas más repugnantes me he llevado yo a la boca...
  • Tinta para plumas. De la que viene en cartuchos recargables. Tenía un gustirrinín ácido especial...
  • Pollo con canela. A mi madre le dio una época por echarle todo tipo de especias al pollo. Está asqueroso...
  • Pollo guisado con mantequilla de cacahuete. Es un plato típico del país de mi cuñaoooo, y pega muy bien con el arroz blanco. Lo malo es que yo no tolero ni un sólo sabor dulce con el pollo, pero hay que probarlo antes de juzgarlo, te puede sorprender.
  • Bocata de tortilla francesa con salsa barbacoa. Hasta un cadáver de varios días puede resultar delicioso con un buen chorro de salsa barbacoa, no puede fallar.
  • Crêpes cortados en tiritas y aderezados con chocolate como si fueran tallarines con tomate. Delicioso pero igualmente curioso.
  • Bizcocho infestado de hormigas. Sólo cuando di el primer bocado y noté un extraño y desagradable sabor ácido y picante al mismo tiempo descubrí que el bizcocho venía con inquilinos dentro. Aún sigo traumatizada.
  • Kebab relleno de patatas fritas. Bueno, esto en sitios como Francia es lo normal, pero aquí en España como que no se estila mucho...
  • Tiburón frito. Bueno, qué demonios, no era un tiburón asesino sino cazón, ¿pero a que impacta igualmente?
¿Y vosotros, qué marranadas habéis degustao?  No tengáis vergüenza, que estamos en familia.
Tampoco os perdáis este enlace, tiene tela marinera.